Proteja a los niños en la web sin necesidad de espiarlos

1 de cada 8 niños usa la web antes de los dos años, sin conocer peligros como el grooming, la sextorsión o el cyberbullying.

En Colombia el 3 de agosto de 2015 la Corte Suprema de Justicia aprobó que los padres de familia pueden revisar los correos y las redes sociales de los hijos, para evitar que sean vulnerados o expuestos a peligros físicos y psicológicos por parte de terceros que usan su presencia digital para atacarlos.

Pero ¿los padres están realmente informados sobre los peligros en la web y los mecanismos para poder evitarlos? ESET Latinoamérica, compañía de seguridad, prevención de amenazas, junto a Frontech, acercan a los padres a distintos estudios que les ayudarán a entender lo que ocurre en la web con los niños.

En la actualidad los menores entran en contacto con Internet a una edad muy temprana; una encuesta realizada este año en un sitio web para padres indicó que 1 de cada 8 niños usa la web antes de los dos años.

Sin embargo, el rol de los padres modernos no es convertirse en la “policía de Internet”; sino educar a los hijos y asegurar que tengan acceso a la tecnología, sin exponerse a contenidos inapropiados u otros peligros online.

Dentro de estos riesgos se destacan tres que deben ser conocidos por los padres:

Grooming: Consiste en acciones deliberadas realizadas por un adulto, con el objetivo de ganarse la amistad de un menor de edad, creado una conexión emocional, con el fin de disminuir las inhibiciones del niño y poder abusar sexualmente de él.

El grooming se puede dar a través de cualquier medio digital que permita la interacción entre dos o más personas, a través de redes sociales, correo electrónico, mensajes de texto, sitios de chats, páginas de juegos en línea, entre otros.

Para el 68,3% de los adultos encuestados por ESET Latinoamérica, el grooming es una amenaza muy frecuente, donde el 26,3% confirmó conocer un niño que ha sido víctima de esta modalidad. El 52,9% de los menores tienen entre 11 y 15 años, y un 33,7% entre 7 y 10 años.

Sextorsión: Esta modalidad se puede dar de dos formas:

Basados en la confianza, donde los criminales se aprovechan del anonimato de Internet para engañar a las víctimas y ganar su confianza para que revelen sus datos personales o envíen imágenes íntimas. Luego, usan esta información para que los niños envíen de vuelta más fotos comprometedoras.

Basados en malware, esta es la táctica de los espías de cámara web e implica infectar los dispositivos de la víctima con malware que la enciende sin ser perceptible. En este caso, sin quererlo, los jóvenes proveen imágenes que el delincuente usa para chantajear y para pedir más imágenes.

Cyberbullying: Es el hostigamiento a través de medios informáticos, como redes sociales, chat, correo electrónico o sitios web. Consiste en molestar, amenazar, humillar o acosar a una persona a través de estos medios.

Las formas más comunes son la difusión de falsos rumores, videos o fotos humillantes, y la creación de perfiles o sitios para agredir a la víctima. El cyberbullying se expande viralmente por la Web y puede ser difícil de detener. Por tal motivo, resulta invasivo y dañino; además, puede que los rastros de las agresiones permanezcan en el ciberespacio durante mucho tiempo, por lo que afectan a largo plazo a quien las sufre.

Algunos estudios revelan que el 12% de los padres asegura que sus hijos fueron víctimas de cyberbullying, así como el 77% de las personas piensa que esta modalidad requiere atención de los padres y los centros educativos, con un tratamiento diferente al bullying convencional.

¿Los niños aceptarían conocer a un extraño en Internet?

Esta pregunta la respondió el youtuber Coby Persin al realizar un experimento dimensionando los peligros que los niños y jóvenes no consideran a la hora de entablar conversaciones con extraños en línea. El experimento consistió en crear un perfil falso en Facebook para atraer a niñas menores de 15 años y mirar hasta dónde eran capaces de llegar con un desconocido.

Con este corto ejemplo se puede evidenciar que los niños parecieran no dudar en aceptar reunirse con las personas que conocen a través de la red cuando los invitan a un parque, subirse a un carro o abrir la puerta de su casa. Para prevenir estos casos, los padres deben educar a través del diálogo y supervisar a sus hijos en el uso de la web y redes sociales.

Deja una respuesta