Así lo aseguró el máximo dirigente del principal órgano de Telecomunicaciones de la ONU.

“Colombia bien puede ser mi caso de éxito para mostrar en otros países en vías de desarrollo y decirles qué pueden o deben hacer”, indicó Houlin Zhao, el Secretario General de la Unión Internacional de Telecomunicaciones.

Zhao, quien estrenó su cargo en enero de este año, estuvo esta semana en el país, al que escogió como primer destino a visitar entre las 26 naciones que componen a América Latina

“Escogí a Colombia porque he escuchado mucho sobre sus historias y casos de éxito en temas tan diversos como la penetración de internet, la ayuda para los discapacitados, la lucha contra los robos de celulares y los esfuerzos del Gobierno para llegarle a toda la población (la tercera mayor de América Latina tras Brasil y México)”, dijo Zhao en una entrevista en inglés con EL TIEMPO.

El funcionario, quien cerró su visita de tres días con una reunión con el presidente Juan Manuel Santos, tuvo una apretada agenda en la que el ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, David Luna, y su equipo, le presentaron cada una de las iniciativas que ha implementado el Gobierno desde 2010.

Pareciera positivo que su primera visita a un país de América Latina sea Colombia.

Quería entender qué ha pasado en Colombia en estos años y cuál ha sido su secreto para que haya tenido tanto progreso.

¿Y sí lo encontró?

Aunque tuve una corta estadía, fue una visita excelente, me voy con mucho conocimiento y retroalimentación. No tuve la oportunidad de ir a otras regiones del país, pero puedo decirle que Colombia ha progresado muy bien en este campo de las tecnologías de la información.

Pero seguro no todo es perfecto. ¿Qué le falta al país todavía?

Debe mejorar en el tema de la conexión de banda ancha. Debo aclarar que este no es solo el gran reto para Colombia, sino también para todo el mundo. Aquí se ha logrado un progreso importante, pero no es suficiente.

Lo de la banda ancha involucra muchas cosas, conexión fija, conexión de móviles. Para esto se necesita de una gran inversión, pero también de unas buenas condiciones del mercado que motiven a la gente a usar banda ancha, motivarla a innovar y que desarrolle aplicaciones de banda ancha, para así crecer el poder de nuestro sistema de redes de banda ancha.

Usted señala que el Gobierno lo ha hecho bien, pero en esto del ecosistema digital todo cambia a un ritmo vertiginoso. ¿Qué debe hacer este Gobierno para no dormirse en los laureles de su reciente éxito TIC?

El Gobierno tiene que motivar permanentemente a sus expertos a que estén muy pendientes del desarrollo de las tecnologías a nivel mundial, cuáles son las últimas, cómo pueden servirles a sus ciudadanos. A su vez, también deben alentarlos para que contribuyan activamente al desarrollo de nuevas tecnologías. Éstas no pueden ser desarrolladas solo por un sujeto, o una compañía, sino por todos, y pensando en toda la población, no unos pocos.

Es por esto que el conocimiento de Colombia sobre el actual mercado de las TIC, su visión y entendimiento de los retos son tan relevantes para estar a la vanguardia. Por ejemplo, en el caso de atención a los discapacitados. Hoy supimos que en Colombia una décima parte de la población tiene algún tipo de discapacidad y este Gobierno ha puesto la lupa sobre el asunto para mejorar la calidad de vida de estos a través de las TIC.

¿En qué país debemos mirarnos?

No debemos hablar de los grandes países aquí, Estados Unidos, China o la India. No son comparables y no tiene sentido. Pero le digo que Colombia debería mirar el ejemplo de Corea del Sur, Finlandia, Israel o Singapur.

¿Cuál es su gran reto como Secretario General en estos tres años y medio de mandato que tiene por delante?

Conectar a la gente que no está conectada aún. De 7.300 millones de habitantes, dos tercios nunca se han conectado a Internet. ¡Nunca! Por eso me alegra saber que la gran prioridad del ministro David Luna también es la de continuar con la política de hacerle llegar Internet a todos los colombianos. Es maravilloso. Y eso que Colombia ya tiene una penetración grande.

EL TIEMPO