Bachillerato a un click

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La manizaleña Angélica García Pulido se matriculó en una escuela de bachillerato virtual por su repentino traslado de ciudad, cuando cursaba el segundo periodo de undécimo grado en el colegio Anglo Español de Rionegro (Antioquia). No quería ingresar a un nuevo centro educativo en Pereira ni mucho menos adaptarse a otras metodologías y compañeros.

Así que optó por la alternativa que le dio su misma institución: terminar el año aprovechando las tecnologías de la información. Con una contraseña, un computador, acceso ilimitado a internet y, eso sí, mucha autodisciplina logró ganar el grado once. Unos tutores la guiaron a través de la plataforma, la acompañaron en su proceso de aprendizaje, le asignaron tareas y le exigieron resultados.

Angélica destaca de esta modalidad el seguimiento de sus profesores, la rapidez con la que se transmiten los conocimientos y el manejo del tiempo, además de no tener que madrugar ni vestir un uniforme que la acreditara como estudiante.

“Es muy bueno, sin embargo, no hay un ambiente social, ese que se desarrolla en las clases con tus compañeros y amigos de toda la vida», explica la joven, de 17 años, que hoy cursa segundo semestre de Ingeniería Biomédica en la Universidad Autónoma de Manizales.

Opción novedosa

El bachillerato virtual lo ofrecen hace 10 años algunos centros de estudios de Antioquia y Bucaramanga, y poco a poco gana más adeptos en el país, entre ellos adolescentes.

Se crearon, según Juan Torres Ortega, coordinador administrativo del centro educativo Paulo Freire (Bucaramanga), institución líder en esta modalidad, para responder a la necesidad de asistir a chicos deportistas y artistas que por sus ocupaciones no podían escolarizarse de manera presencial.

“Fue creciendo la demanda y hoy atendemos, incluso, jóvenes colombianos que viven en España, Argentina y México. Ya no se trata del deportista, sino del muchacho que quiere cursar su bachillerato desde su casa, porque es una metodología que va al grano; te enseña lo que tiene que enseñarte y el joven hace el resto. Están a disposición del estudiante las aulas virtuales, el chat, los tutoriales y videos, y existe un permanente contacto telefónico”, explicó.

Bueno y mal

Y ¿qué tan bueno es para un adolescente hacer su bachillerato a través de un computador? Para el psicólogo Jorge Hernán López es una pésima elección: «El muchacho está en etapa de formación, por lo tanto debe socializar y es fundamental que asista a un lugar en donde le enseñen y transmitan normas y reglas de comportamiento social. La actividad virtual es una tarea que se debe asumir con mucha madurez y a esa edad todavía les falta aprender», argumentó.

La también psicóloga Noelba Calle coincide con esta posición. «La educación virtual generalmente va encaminada a las necesidades del chico, razón por la que tendrá que asumir autoresponsabilidad, organización, compromiso, dedicación y un proceso de superación. Se enfría mucho la parte social, sí, además no desarrolla la resolución de conflictos, no hay convivencia con pares, se deteriora la comunicación asertiva y tiene fallas en la práctica de habilidades para la vida», dijo.

María Aracelly López, secretaria de Educación de Manizales, cuenta que su cartera trabaja bachillerato virtual por ciclos enfocada a un público adulto, pues no hay suficientes solicitudes ni cuentan con el soporte adecuado como para los jóvenes. «Lo que hacen algunos colegios es trabajar con blogs o compartir tareas por el correo electrónico. La formación adolescente debe contar con un acompañamiento humano, con una formación ética y moral presencial. Lo virtual está muy bien para las tecnologías o programas universitarios. Nosotros cubrimos la demanda educativa presencial», indica.

Angélica está de acuerdo con los beneficios y desventajas del bachillerato virtual y toma su posición: «prefiero ir a un salón de clase, aunque si tuviera que acudir a esa modalidad por obligación, la tomaría. Al menos ya puedo escoger», concluye.

 En la red

– Willian Salcedo, encargado del Cibercolegio de la Universidad Católica del Norte de Medellín: «Todo el año estamos matriculando a adolescentes y adultos. Hay un equipo de facilitadores que realizan encuentros sincrónicos (en línea) y hay una blackboard para los grupos. A la virtualidad se opta por la flexibilidad del tiempo, porque pueden hacerse las tareas desde cualquier sitio, porque hay calidad sin necesidad de que esté la mitad del día en un salón de clases y porque adquiere hábitos de estudio».

– Walter Valencia, del Centro Educativo Ciencia de Dosquebradas, y que abrió en mayo del 2013 la modalidad virtual, explica: «Estuvimos en un encuentro de calidad en Medellín y presentaron el proyecto de educación virtual. Nos pareció una oportunidad, pues en el Eje Cafetero aún no hay sedes, además, es una oportunidad de encaminar las TICS en la educación. Hoy las personas tienen más oportunidades tecnológicas y tenemos con qué ofrecer una educación de calidad. Los colegios virtuales dan a los adolescentes conectividad constante y más opciones de aprendizaje».

Herramientas para realizar bachillerato virtual:

– Motivación

– Reconocer el avance en los procesos

– Intereses y beneficios

– Conexión a internet

– Software

– Conocimiento de aplicaciones básicas

– Cumplimiento de metas

– Contacto con tutores

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