Tecnología y desarrollo: ¿vale la pena invertir en TIC?

Invertir con miras a la autosostenibilidad del acceso a Internet.

A propósito de la actual discusión sobre la Agenda Post-2015, que determinará el rumbo de las acciones y recursos de Naciones Unidas entre 2016 y 2030 a través de la definición de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), que completarán lo realizado por los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), Colombia Digital habló con el Dr. Bjorn Lomborg, elegido por la Revista Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo, y uno de los 50 que cambiarán el mundo según UK Guardian.

Lomborg es Director del Consenso de Copenhague organización que desde el año 2004 ha dedicado sus esfuerzos por analizar las prioridades de trabajo en pro del bienestar en el mundo. El analista visitó Colombia para conversar con el Presidente Juan Manuel Santos y avivar la discusión sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenibles que serán pactados por las Naciones Unidas en septiembre y el papel de Colombia en la toma de decisiones sobre los mismos.

Conversamos con él para conocer su visión sobre los aportes de las TIC al desarrollo y su análisis de si vale la pena o no que un país en vías de desarrollo invierta recursos en el avance tecnológico:
¿Cómo se entiende la relación tecnología y desarrollo?

«Está muy claro que existe un enorme potencial de crecimiento asociado a las TIC, porque, en esencia, si se amplía el acceso a banda ancha o a cualquier tipo de acceso a Internet, se incrementan las posibilidades comerciales y eso es porque en el nivel micro encontramos que las personas son capaces de acceder a más información y usarla para obtener mayores ganancias en el comercio de productos agrícolas o pesqueros, por ejemplo, al eliminar a los intermediarios.

Así mismo, cualquiera que necesite realizar un trabajo solo tiene que ir a Internet y contratarlo por el precio más bajo, así que se abren las puertas a un libre comercio que además no tiene que limitarse a personas en un mismo país, por lo que es más efectivo. En principio, se están usando las bases de un acuerdo de libre comercio para que las personas hagan lo que saben hacer mejor y por eso es que estas dinámicas funcionan tan bien».

¿La tecnología aporta al desarrollo de sociedades más equitativas?

«(..) Gracias a la tecnología se le da voz a las personas que típicamente no la tendrían, porque tradicionalmente no podrían acceder a buenas conexiones o sistemas de información y comunicación, pero lo que pasa ahora es que es más difícil quedarse con el conocimiento para sí mismo y por esto el Internet genera grandes impactos al convertirse en herramienta de democratización y ayudar así a las comunidades pobres.

Estas son dos formas en que se puede ver cómo la tecnología impulsar el desarrollo de forma equitativa, asegurando el cierre la brecha entre ricos y pobres».
¿Vale la pena que los Estados inviertan en tecnología?

«Tenemos buena evidencia de que si se invierte más dinero en TIC y en acceso a Internet, se aumentará el comercio mundial; obviamente, se debe considerar que se tendría un beneficio privado, por lo que derivado de ese beneficio se presume que esa persona podrá pagar por Internet, así se entendería que en ese punto ya no haría falta de la intervención estatal para brindar acceso. (…).

El punto es que invertir en tecnología sí tiene un impacto favorable sobre la población de forma amplia porque se hace más productiva y se puede aportar al desarrollo del país, lo que significa que es un beneficio público más que un beneficio privado».

Durante su visita al país, Lomborg le presentó al Presidente su visión sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenibles partiendo de la idea que «el mundo está definiendo sus prioridades para los próximos 15 años y desafortunadamente la ONU está prometiendo todo a todas las personas, y eso significa poco para cada persona. Colombia puede ayudar al mundo retándolo para enfocarse en los objetivos más inteligentes que pueden ayudar a la gente que más lo necesita».

En esa medida, el Consenso de Copenhague promueve una lista de temas prioritarios para que sean impulsados por los gobiernos para ser atendidos con los recursos de Naciones Unidas en los próximos 15 años.

El documento que reúne ‘Los objetivos más inteligentes para el mundo 2016-2030‘ es producto del análisis de ganadores del Premio Nobel y otros críticos de alto nivel, quienes reunieron evidencia para resolver la pregunta de cuál es el retorno de inversión por cada dólar gastado en cada uno de los objetivos propuestos.

Según el estudio, en países en vías de desarrollo es significativo invertir en áreas de ciencia y tecnología, específicamente en investigación y desarrollo, logrando un retorno de U$3 por cada U$1 invertido, resultado, entre otros, de la promoción al acceso a mejores sistemas de información para la toma de decisiones más acertadas y en consecuencia más favorables para los pequeños comerciantes, que redundará en mejores negociaciones comerciales y mayores ingresos para ellos.

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